El programa MELYT ha brindado apoyo a través de los Centros de Atención Mipyme territoriales, donde 2604 mujeres mejoraron su acceso, tanto en cantidad como en calidad, a servicios de desarrollo empresarial. Se han proporcionado herramientas para impulsar su gestión empresarial, pero también se ha promovido su transformación digital. Las micro, pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres han recibido asesorías especializadas, lo que les ha permitido reinventar sus negocios, mejorar los procesos de producción y comercialización, y ampliar su gama de productos.
La pandemia de COVID-19 presentó desafíos significativos. En este contexto ONU Mujeres implementó soluciones innovadoras para apoyar a las mujeres emprendedoras. Por ejemplo, en alianza con la Fundación Calleja, el supermercado Selectos y la empresa Acceso, el programa MELYT brindó oportunidades de producción y comercialización de hortalizas a un grupo de 15 mujeres.
Wendy fue una de estas mujeres. Con 24 años, reside en el caserío Río Abajo, en el municipio de San Ignacio, departamento de Chalatenango. Antes de unirse al programa, Wendy se dedicaba a los oficios del hogar y ayudaba a su esposo en tareas agrícolas. Sin embargo, hace cuatro meses decidió producir y comercializar cilantro en un área de 100 metros cuadrados, con el apoyo inicial de MELYT-ONU Mujeres, que le proporcionó insumos, un sistema de riego y equipo digital.
Actualmente, Wendy produce entre 850 y 1000 manojos de cilantro por semana, vendiéndolos a la empresa Acceso a $0.27 centavos de dólar por manojo. Esto le genera un ingreso de ventas de $243 dólares semanales y cerca de $1000 mensuales. Hasta este momento, Wendy no tenía ingresos propios. Estos nuevos ingresos han tenido un impacto significativo en su vida y en la economía de su hogar.
Wendy señala que ahora puede destinar $450 dólares mensuales a sus necesidades y ahorros, lo cual ha mejorado su calidad de vida. Reconoce el apoyo recibido por ONU Mujeres. Como menciona con satisfacción: “el cheque de pago está a mi nombre” y esto le brinda un sentido de autonomía económica. También valora la tablet que le entregaron, la cual le permite recibir capacitaciones de manera virtual y fortalecer sus conocimientos.
De acuerdo al Perfil de país según igualdad de género (2020), las mujeres en El Salvador se concentran en sectores con pocas oportunidades de empoderamiento, caracterizados por una baja productividad, menores niveles de remuneración y un acceso limitado a la tecnología y la innovación. Ellas representan el 56.4 % en ramas como el comercio, hoteles y restaurantes, enseñanza, servicios comunales y hogares con servicio doméstico. Este porcentaje ha aumentado en comparación con el año 2010.
Además, las mujeres tienen una presencia significativa en categorías ocupacionales por cuenta propia, trabajo familiar no remunerado y servicio doméstico. Estas categorías suelen estar asociadas con condiciones de subsistencia, precariedad laboral, poca regulación y marginalidad en términos de cobertura de seguridad social, incluyendo salud y protección del ingreso. En resumidas cuentas, el panorama nacional presenta carencias relevantes y progresos lentos tanto para las mujeres como para los hombres.
El caso de Wendy refleja el poder transformador del empoderamiento económico de las mujeres. A través de programas como MELYT, ONU Mujeres ha brindado oportunidades a miles de mujeres emprendedoras en El Salvador, fortaleciendo sus negocios, aumentando sus ingresos y contribuyendo al desarrollo económico local. Estos logros demuestran que, con el apoyo adecuado, las mujeres pueden generar empleo, superar obstáculos y crear un futuro más próspero y equitativo para ellas mismas y sus comunidades.
En resumen, el empoderamiento económico de las mujeres en El Salvador transforma sus vidas y Onu Mujeres participa de este esfuerzo. Los programas implementados han brindado oportunidades y apoyo a las mujeres emprendedoras, fortaleciendo sus negocios, aumentando sus ingresos y generando un impacto positivo en sus vidas y en sus comunidades. Estos resultados destacan el potencial y la importancia del empoderamiento económico de las mujeres para construir un futuro sostenible y equitativo en El Salvador.